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Filtros de gafas: colores y tipos

A día de hoy, ya nadie duda de que la gafas de sol se han convertido en uno de los accesorios imprescindibles de nuestro día a día. El complemento esencial capaz de dar ese toque distinguido a nuestros outfits y marcar tendencia con nuestros looks.

Más allá de la moda, las gafas de sol tienen un objetivo principal mucho más importante que éste: cuidar y proteger nuestros delicados ojos de la continua exposición a la luz solar. Una exposición que puede llegar a causar graves daños en el corto y largo plazo en nuestra mirada. Desde una simple fotoqueratitis hasta la aparición de cataratas, degeneración macular o algo mucho peor, cáncer ocular. Para que esto no suceda es fundamental el uso de gafas de sol de calidad con filtros solares acordes a nuestras necesidades.

Para que puedas escoger las mejores gafas de sol, nuestro equipo de especialistas ópticos nos va a explicar los diferentes filtros solares que existen, cómo aprender a identificarlos y, por supuesto, cuál debes elegir en cada ocasión.

Diferentes tipos de filtros

Por si nunca antes has oído hablar de ellos, lo primero que debes saber es que los filtros solares de las gafas de sol son los verdaderos responsables de que tus ojos estén completamente protegidos de la radiación ultravioleta. Estos filtros se clasifican en función de la capacidad para poder absorber esta radiación desde el 0 hasta el 4.

¿Qué es mejor: el filtro verde o el azul?

El marrón, el verde y el gris son los colores de los filtros que más tienden a utilizarse.

Si comparamos unas gafas con filtro azul con unas de filtro verde, nuestra recomendación es que escojas siempre las verdes, ya que podrás percibir los colores sin apenas alteraciones.

En el mercado podrás encontrar otro tipo de filtros como las gafas con filtro rojo,  las gafas con filtro amarillo o el filtro Bluestrop que protege tus ojos de las pantallas digitales.

¿Cómo se llama el filtro de las gafas que se oscurecen?

A este filtro se le conoce como fotocromático. Se adapta a la perfección, a la intensidad de la luz y la radiación UV que haya en el ambiente. De ahí que se oscurezcan o se aclaren sus cristales en función del tipo de luz que reciban, alcohol y tabaco, ya que estas sustancias pueden empeorar cada uno de los síntomas sufridos.

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