Hoy, 14 de noviembre, se celebra el Día Mundial de la Diabetes, una enfermedad muy presente en la sociedad que impide que el cuerpo produzca o utilice correctamente la insulina, lo que dificulta el control de los niveles de glucosa en la sangre.
Este exceso de glucosa en el organismo durante un periodo prolongado puede ocasionar daño en diversas partes del cuerpo, incluidos los ojos.
¿Qué tipo de complicaciones oculares produce la diabetes?
Los principales daños oculares que puede producir la diabetes son:
- La Retinopatía Diabética: una afección grave derivada de la diabetes que afecta a los vasos sanguíneos de la retina, pudiendo llevar a la pérdida de visión si no se aborda a tiempo. Esta afección es la principal causa de pérdida de visión en adultos de 20 a 74 años y la más común de las enfermedades vasculares en la retina. Además, se considerada una de las cinco principales causas de ceguera prevenible. Suele ser asintomática hasta fases avanzadas, por ello y debido a su creciente incidencia, la detección temprana es crucial para identificar la patología antes de que cause daño severo, permitiendo intervenciones que pueden preservar la visión.
- Edema macular diabético: ocurre cuando se acumula líquido en la retina, lo que provoca inflamación y visión borrosa. Si no se trata, esta condición puede resultar en una pérdida permanente de la visión.
- Cataratas: el exceso de azúcar en la sangre causado por la diabetes puede favorecer la formación de cataratas. En algunos casos, esto puede requerir una cirugía para extraer el cristalino opacificado debido a la enfermedad. Mantener un control adecuado de los niveles de glucosa en la sangre es clave para prevenir esta complicación.
- Glaucoma: ser diabético duplica la probabilidad de tener glaucoma, una enfermedad que causa daño al nervio óptico.
¿Cómo podemos prevenir los daños oculares relacionados con la diabetes?
Según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), aproximadamente el 90% de la pérdida de visión relacionada con la diabetes es prevenible. La detección temprana es fundamental, por lo que es crucial que las personas con diabetes se realicen exámenes oculares anuales, incluso antes de que aparezcan signos de pérdida de visión. Sin embargo, investigaciones muestran que el 70% de los diabéticos no siguen las recomendaciones de sus médicos para hacerse estos exámenes.
Es de vital importancia llevar un control tanto de la glucosa como del estado del ojo para prevenir futuras complicaciones.
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