La pérdida de audición puede estar ocasionada por multitud de causas. En algunas ocasiones, únicamente afecta a un solo oído y puede ser generado por un problema en una zona concreta de esta parte del cuerpo.
La pérdida auditiva técnicamente se conoce bajo el nombre de hipoacusia. Conocer de qué se trata es importante para poder corregirla con acciones concretas y también prevenirla con ayuda de tips para el cuidado de la salud auditiva.
¿Qué es hipoacusia y sus tipos?
La pérdida de audición se caracteriza por ser una disminución de la sensibilidad auditiva que puede afectar a uno o ambos oídos a la vez. Una sordera parcial que puede presentarse en distintos tipos y grados.
Dentro de la escala de grados de esta pérdida de audición encontramos:
- Hipoacusia leve: al paciente le cuesta entender el habla de otras personas cuando se encuentran en espacios ruidosos.
- Hipoacusia moderada: cuando es bastante complicado entender el habla de esa persona sin el uso de audífonos.
- Hipoacusia severa o profunda: el paciente necesita del uso de una prótesis auditiva o un implante auditivo para poder escuchar con total normalidad.
A su vez, existen diferentes tipos de hipoacusia:
- Hipoacusia conductiva: en este caso la lesión del oído se produce en el oido externo o medio. Esto impide que los sonidos que proceden del exterior se puedan detectar con normalidad.
- Hipoacusia neurosensorial: los órganos del oído interno son los que están dañados y son los que se vinculan, a su vez, con el sistema nervioso.
- Hipoacusia mixta: es una combinación de ambos tipos. El problema reside tanto en el oído medio.
¿Cómo escucha una persona con hipoacusia?
La hipoacusia se puede llegar a presentar a cualquier edad. Aunque los síntomas pueden ser muy diversos, los más comunes son el mareo, la sensación de presión en el oído, los constantes zumbidos y la dificultad para diferenciar sonidos entre sí.
Dependiendo del grado y del tipo de hipoacusia que presente, el paciente tendrá un tipo de trastorno sensorial y una incapacidad u otra a la hora de escuchar sonidos, relacionarse a través del lenguaje, comunicarse e incluso al desarrollar el habla en el caso de niños.
Las personas que estén diagnosticadas con hipoacusia moderada tendrán grandes dificultades a la hora de escuchar sonidos vocales. Mientras que en grado severo no escucharán correctamente por debajo de sonidos entre los 71 dB y los 90 dB, que es equivalente al ruido de trafico intenso de vehículos.
¿Cuál es la diferencia entre hipoacusia y sordera?
Aunque ambas abarcan pérdidas auditivas, lo cierto es que no son exactamente iguales. La hipoacusia abarca todo tipo de pérdida auditiva, clasificada por intensidad, origen y demás factores que la definen. Sin embargo, el término sordera que incorrectamente se utiliza, hace referencia a una pérdida auditiva que sería comparable a la ceguera, por lo que hoy día no es recomendable hablar de sordera y sí de hipoacusia del grado correspondiente.
¿Cómo se puede corregir la hipoacusia?
La edad, el ruido y ciertos factores hereditarios suelen ser las principales causas de esta pérdida de audición. Algunos de ellos se pueden prevenir si somos capaces de promover una correcta higiene auditiva.
Para el resto de los casos existen una serie de soluciones que pueden ayudar a mejorar la audición. Desde la colocación de audífonos hasta la realización de un implante de conducción ósea o coclear, en este último caso es imprescindible haber probado antes la solución con audífonos. Aún con todo ello, hay técnicas de aprendizaje que pueden ayudar a las personas a mejorar su comunicación.
