
Se estima que más del 80% de los adolescentes que padecen algún problema de visión en nuestro país están muy interesados en poder utilizar lentes de contacto en su día a día. Las lentillas, a diferencia de las gafas graduadas, les permiten tener una mayor libertad a la hora de practicar ciertas actividades sociales y deportivas, por no hablar de los complejos y las cuestiones estéticas.
Como expertos en hipermetropía infantil y miopía infantil, hoy te explicamos cuál es la edad adecuada para el uso de lentillas infantiles y cómo poner lentillas a un niño la primera vez. Así podrás resolver si tus hijos están preparados o no para poner solución a sus defectos visuales infantiles a través de las lentes de contacto.
¿Cuál es la edad mínima para usar lentes de contacto?
Lo primero que debes saber es que no existe una edad mínima para utilizar lentillas. En realidad, el uso de estas lentes varía en función de la alteración visual y de las propias características de cada ojo. Sin olvidar la madurez y el grado de responsabilidad que pueda tener nuestro hijo.
Si en tu caso crees que tu pequeño está preparado para comenzar a manipular lentillas, puede empezar a usarlas desde los 6-7 años de edad. Lo más importante es que sean conscientes de la responsabilidad de utilizar lentes de contacto y lo que implica el uso diario de esta alternativa a las gafas de ver.
¿Cuándo se puede empezar a llevar lentillas?
Al no tener ningún tipo de limitación, las lentillas se podrán utilizar durante cualquier etapa de la vida desde la infancia. Eso sí, cuando los niños son tan pequeños requieren de la ayuda y de la supervisión de un adulto para verificar que las lentes estén en correcta posición y se sigue unas buenas pautas de higiene, cuidado y mantenimiento de las lentes.
Su primera vez: cómo poner lentillas a un niño
El uso de lentillas en niños miopes o con cualquier otro tipo de alteración visual se debe hacer siempre bajo guía de un especialista que realizará la adaptación y con la supervisión de los padres o adultos. Sobre todo, las primeras veces hasta que ellos se sientan completamente cómodos y sean capaces de poner y quitar sus lentes de contacto con total seguridad y confianza.
Las primeras veces suelen ser las más complicadas por las dudas, miedos e inseguridades que pueda generar la manipulación de estas pequeñas lentes en nuestros hijos. Pero tranquilos, una vez que le cojan el truquillo, no tendrás que preocuparte por ello y lo incorporan a sus rutinas del día a día.
El óptico-optometrista será la persona encargada de explicarles, paso a paso, cómo manipular con sus manos, colocar y quitar las lentillas de sus ojos fácilmente y sin ningún tipo de daño o molestia. Supervisa tú su adaptación y ayúdale únicamente cuando sea necesario. Confía en él, estamos seguros de que lo hará muy bien.
Para reducir el riesgo de infecciones y que no tengas un gran mantenimiento, opta en un principio por lentillas de uso diario. Podrá desecharlas al finalizar el día y no tendrá que preocuparse por nada más.
Si crees que tus pequeños ya están más que preparados, acércate a una de nuestras ópticas y comienza hoy mismo con su proceso de adaptación a las lentes de contacto.
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